Procuro ver todas las películas de Steven Soderbergh. Me parece un director versátil e interesante aunque irregular. Se adapta a los géneros y es capaz de saltar del cine indie de bajo presupuesto a las superproducciones sin despeinarse, y casi siempre utilizando sólidos repartos de estrellas. En Haywire, que encabeza la luchadora (y campeona de artes marciales) Gina Carano, se ha adaptado a las reglas del cine de acción: tiros, peleas, intrigas, persecuciones y una trama que abarca varias ciudades del mundo. Soderbergh cumple con eficiencia. Se trata de una película de personajes que conspiran y traicionan y, sobre todo, de hostias, y Gina Carano las da muy bien y los actores saben encajarlas. Hay algo erótico en las peleas que tiene con sus oponentes: la brutalidad de los golpes, el acercamiento sexual de los cuerpos, las extrañas llaves que se hacen, la ferocidad de los contendientes. El reparto de estrellas masculinas es de órdago: Michael Fassbender, Ewan McGregor, Bill Paxton, Chaning Tatum, Antonio Banderas, Mathieu Kassovitz y Michael Douglas. La película es corta, entretenida, de un estilo a la saga de Bourne aunque con menos laberintos argumentales. Quien busque más está equivocado. Acción y hostias. Muy bien rodada.