lunes, octubre 24, 2011

Otra ciudad, otra vida, de Karmelo C. Iribarren



HACIA EL INTERNADO

Las estaciones,
esos lugares de paso,
tan poéticos, sí,
tan cinematográficos…

…………………....………..Salvo
cuando el tren que parte es el tuyo,
y ves –desde el último vagón–
la figura de tu madre en el andén,
enviándote besos por el aire
y haciéndose cada vez
más pequeña bajo la lluvia;

como te haces más pequeño tú,
que miras tu mano y te falta la suya,
y solo tienes cinco años,
y ni siquiera sabes
quién te espera allí.


**


LA VIDA SIGUE

La vida sigue –dicen–,
pero no siempre es verdad.
A veces la vida no sigue.
A veces solo pasan los días.