Creo que fue allá por 2004 cuando empezaron a reeditar los Tales from the Crypt o Historias de la Cripta en España, gracias a Planeta Agostini y su Biblioteca del Cómic “Clásicos del Terror”. Dentro de las míticas colecciones de EC (Entertaining Comics) también incluyeron las series The Vault of Horror y The Haunt of Fear. Los compré todos: los de terror y también los de suspense. Desde entonces, me leo un número cada x meses. Iba por el 12 cuando Vicente Muñoz Álvarez me pidió colaboración para el Especial Vinalia que estaban preparando y que, en breve, saldrá de imprenta. Dicho Especial se titulará, como algunos ya saben, Vinalia Trippers: Trippers from the Crypt y, por tanto, constituye nuestro particular homenaje, mediante relatos e ilustraciones, a aquellos tebeos de portadas coloristas y viñetas en blanco y negro, que yo os recomiendo con fervor.
En cada número, además, introducen un epílogo explicativo que va desvelando los pormenores de aquella editorial: desde sus problemas con la censura hasta las rarezas de algunos de sus dibujantes y guionistas. Entre los primeros, yo tengo mis favoritos: Jack Davis y Jack Kamen, cuyas ilustraciones solían ser precisas, certeras, limpias en los trazos. Pero tampoco me disgustaba el más siniestro de todos ellos, Graham “Ghastly” Ingels, cuyas viñetas y contornos de personajes parecían haber sido trazados por un enfermo de los nervios. En estas historias, de tono ligeramente machista (pero, no obstante, muy humorístico), siempre había alguna mujer fatal, algún rico avaro y un guaperas que trataba de levantarle la chica al millonario. El planteamiento era de cine negro desde que ella y su amante decidían deshacerse del marido. Pero luego entraban el toque de horror (un asesinato más macabro que en las pelis de gángsters) y el fantástico (el muerto no tardaba en salir de la tumba). Por supuesto, hay decenas de variantes, pero ésa solía ser la premisa común. Al final siempre surgía del cementerio o del fango una especie de no muerto, en mitad de su descomposición, dispuesto a vengarse de quienes le habían asesinado. Aparte de estas ideas, de vez en cuando adaptaban los relatos de autores del calibre de Ray Bradbury.
No es mi intención comentar cada volumen porque empecé a leerlos hace años y no recuerdo todas las historias. Pero, para contribuir al homenaje que estamos preparando en Vinalia Trippers, colgaré por aquí todas las portadas de los tebeos que compré en su día. Salvo en este post, como excepción, no añadiré comentarios. Sirvan de guía esas estupendas cubiertas. Espero que os gusten y os abran el apetito hasta la llegada de Vinalia.