estoy
pelando unas cartas en la cocina,
la luna mira el salón que no uso
a través del balcón
su sonrisa
intenta entrar por la ventana,
se tropieza con el despertador
que tiré esta mañana
en mitad del pasillo,
hacen ruido mientras bailan
y yo
en vez de asustarme
me río
una letra me corta un dedo
y la sangre forma una palabra
que no entiendo
pero estoy
en casa
Isabel García Mellado, Cómo liberar tigres blancos