Tuve la suerte de ver La diligencia en el cine, en pantalla grande, gracias a una reposición (que no es lo mismo que un reestreno). Es uno de los westerns más perfectos de John Ford. Sobre todo por el retrato que hace de varios personajes metidos en un espacio reducido, y las relaciones que se forjan entre ellos, algo que luego han sabido recrear muy bien Howard Hawks, Stephen King o John Carpenter.