Ahora, dijo ella, ¿sabes
cómo me siento? No, dijo él,
no sé nada.
Soy solamente, como tú me has descrito,
ceniza en una urna. No, dijo ella,
eso no es lo que quería decir
cuando lo dije. Eres todas las cosas
y además eso. Es la ironía
del lenguaje quien te ha descrito así.
Reducido
al después del dolor
que durará toda mi vida. El dolor
hasta la raíz del pelo de una madre
cuyo hijo ha sido barrido del mundo
por la escoba punzante
de todos sus fallos involuntarios.
Lo que ella había querido decir es que
el cuerpo como ceniza es insuficiente.
Mary Jo Bang, Elegía