Estratagema 8
Suscitar la cólera del adversario, ya que, encolerizado, no está en condiciones de juzgar de forma correcta y percibir su ventaja. Se le encoleriza no haciéndole justicia, enredándole abiertamente y, en general, mostrándose insolente.
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Estratagema 18
Si observamos que el adversario ha recurrido a una argumentación con la que nos derrotará, no debemos permitir que la lleve hasta el final, sino que oportunamente le interrumpiremos, haremos divagar o desviaremos el curso de la discusión y la llevaremos a otras cuestiones: en suma, procuraremos una mutatio controversiae.
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Estratagema 27
Si ante un argumento el adversario se enfada, se le debe acosar insistentemente con ese argumento: no sólo le ha encolerizado porque es bueno, sino porque hay que suponer que ha tocado el punto débil de su razonamiento y es probable que en ese punto se le pueda atacar más de lo que uno mismo ve de momento.
[Traducción de Jesús Alborés Rey]