El viernes pasado (18 de junio) murió José Saramago, pero ese día viajé a Zamora y, entre preparativos y demás, no vi las noticias y me conecté poco a internet. Supe de su muerte al llegar a mi tierra, cuando me lo dijo mi madre. Es un autor que nos gusta bastante a ambos (aunque yo hace años que no lo leía). Tengo por ahí libretas donde anoté numerosas citas de “Ensayo sobre la ceguera”, “Todos los nombres”, “El cuento de la isla desconocida” y “El Evangelio según Jesucristo”. Como programé el blog y allí no pude conectarme en la red, puse la noticia dos días después, al volver a Madrid. No sabía que estaba enfermo. Fue Saramago quien dijo aquello que puse al inicio de mi “Monólogo de un canalla”: “Lo horrible es que los humanos hemos inventado la crueldad”.