Encuentro un reportaje en la prensa cuyo tema es “los hijos de…”, es decir, cómo les va a los hijos de los editores y escritores famosos. Y me pregunto: ¿y a nadie le interesa cómo nos va a los hijos de los pobres diablos que también escribimos? Supongo que no, eso ya no vende. Los hijos de los pobres diablos sólo son noticia cuando ya están muertos. Entonces sí, entonces desentierran la historia y la convierten en carne de hemeroteca. Y los listillos intelectuales dan conferencias y se hinchan el pecho y dicen “Qué mal lo pasó Fulano, qué problemas tuvo para publicar Mengano”, etcétera. Mientras están vivos, nadie se acuerda de ellos. ¿Para qué? Si no se gana dinero con sus obras…