Sacó otras fotografías. Me daba cuenta de que eran esas instantáneas que nuestros hijos verían con asombro un día, pensado que sus padres habían llevado una vida tranquila y ordenada, en la que se levantaban por la mañana para pasear con orgullo por las aceras de la vida, sin imaginar siquiera la locura y desenfreno de nuestras vidas reales, desastradas, de nuestra noche verdadera, de toda aquella turbulencia, de la insensata pesadilla de la carretera. Son las apariencias las que hablan al mundo de tu pasado; los niños nunca saben.
Jack Kerouac, En la carretera. El rollo mecanografiado original
Jack Kerouac, En la carretera. El rollo mecanografiado original