Las noches pasan por mí como un gran tren de laminado
Y conozco el desgaste de las mañanas sin esperanza
El cuerpo que se fatiga, los amigos que se distancian.
Y la vida que recoge una a una sus cartas.
Caeré un día, y por mi propia mano:
Se cansó de luchar, dirán los médicos.
Michel Houellebecq, Renacimiento