jueves, diciembre 10, 2009

Bright Shiny Morning

El distrito de la moda empezó siendo el barrio de la depravación. En la década de 1800 sus calles estaban bordeadas de bares, burdeles, antros de opio y casas de juego, los hoteles alquilaban habitaciones por días, por horas o por períodos de quince minutos, los tiroteos eran comunes. Una de las principales calles del barrio, llamada Santee Alley, que ahora es famosa por sus bolsos y cinturones fusilados y sus compact discs piratas, debe su nombre a una prostituta que según se decía se había acostado con cincuenta hombres al día. Otras mujeres menos industriosas se llevaban a la cama de veinte a treinta hombres al día. El opio, y más tarde la cocaína, se vendían y consumían abiertamente, el alcohol corría como el agua (y tratándose de Los Ángeles, a veces había más alcohol que agua), las calles estaban llenas de ladrones y rateros. Se cree, aunque no está confirmado, que en este barrio se puso en escena el primer show del burro y la mujer, y se cree, aunque no está confirmado, que en este barrio se abrió la primera mazmorra de sadomasoquismo y bondage de Estados Unidos. No importaba lo repugnante, pervertido, ridículo o satánico que fuera, si podía hacerse se hacía en alguna parte del barrio.


James Frey, Una mañana radiante