Divertida, sin más. Una parodia del género zombie, que en ocasiones recuerda un poco a ese entretenido videojuego que me flipaba hace años: Redneck Zombies. Sus mejores bazas, además del reparto, son el comienzo (las reglas del protagonista para sobrevivir) y la aparición, hacia el final, de un famoso actor interpretándose a sí mismo. Dicho cameo no supuso para mí una sorpresa porque ya en las críticas y en los reportajes nos lo habían desvelado. Por si alguien quiere ir a verla, prefiero mantenerlo en secreto. Sólo doy una pista: se trata de un tipo muy divertido, alguien de culto...