Con cierta regularidad, que depende de las actualizaciones de los post, recibo en mi correo electrónico el boletín de un blog hecho por un zamorano que se llama “Esta ciudad es una ruina”, en cuyo título encontramos una referencia a esa comedia de los ochenta, “Esta casa es una ruina”, en la que a Tom Hanks se le desmantelaba la vivienda cada vez que daba un paso. Con esa alusión, a mi entender acertada, quiere darse a entender que en Zamora ocurre algo parecido en la vía pública. Sé quién está detrás de la bitácora porque lo conozco desde hace tiempo, pero no voy a desvelarlo aquí. El blog está activo desde el año pasado y no sé si mucha gente de mi ciudad lo conoce, pero debería. Y, por eso, quiero dejar constancia aquí del mismo.
¿Qué nos ofrece “Esta ciudad es una ruina”? Principalmente documentos visuales del estado lastimoso en el que se encuentran ciertas zonas de Zamora, reforzados con breves textos con un poco de ironía y mala leche. Imágenes de parques degradados, de aceras ruinosas, de obras que no parecen terminar nunca, de eternos desperfectos en la vía pública, de tramos de asfalto socavados, de señales que no se ven o resultan ya inútiles, de alcorques en los que faltan los árboles y abundan las colillas… El blog nació con la vocación de criticar los descuidos del gobierno que esté en el ayuntamiento y volcar las protestas ciudadanas que los gobernantes suelen ignorar hasta que salen en los medios de comunicación y se les pone la cara colorada. El penúltimo post me ha hecho mucha gracia. Se trata del link directo al mapa de Zamora que en la web del ayuntamiento mantienen en la red. Dicho mapa es del 96; lo pone al pie. Puede verse dentro de la sección de Turismo de la web, en el apartado “Localización”. Si los responsables del mantenimiento de la página son listos y hábiles, poco después de publicarse este artículo lo habrán actualizado. Hace unos años comenté algún error de esa misma web y se apresuraron tanto en cambiarlo que mi artículo quedó viejo antes del desayuno. Pero siempre nos quedará, aunque lo cambien, la reproducción colgada en el blog. Copio y pego el principio del post: “Este es el mapa de Zamora que presenta en su web nuestro bendito ayuntamiento, data de 1996 y entre otras cosas destacamos que no existe Vista Alegre, ni los barrios del otro lado del río, ni San José Obrero, ni el sector Valderaduey, ni las viviendas de la carretera de Almaraz, ni el barrio de San Isidro, ni aparecen los polígonos industriales, ni por supuesto el barrio de Carrascal ni el de Villagodio y además y por si fuera poco nos han quitado el tren de forma definitiva”. Puede que, para algunas personas, esto no tenga importancia. Esto de ofrecer al turista internauta un mapa viejo en la web. Pero la tiene. Porque, entre otras cosas, demuestra la desidia propia de los gobernantes de mi ciudad. Este mapa y la denuncia del blog son una metáfora de lo que ocurre en la provincia.
Una de sus críticas ataca al estilo de política basado en el cuento de la lechera, tan habitual por estos lares. Consiste en lanzar promesas por doquier, con el mismo entusiasmo que los Reyes Magos arrojan caramelos sobre la plebe cuando pasan en sus carrozas. Promesas y proyectos que se aplazan durante años para tener contento al votante. Antes de terminar, una puntualización. Si entran en el blog y ven las fotos, tengan en cuenta que la degradación de las calles y los parques no es sólo culpa de los políticos. También lo es de esa gente obsesionada con destrozar el mobiliario urbano, con quemar papeleras, tumbar arbolillos y romper los bancos. Ya lo dice un personaje de Ray Bradbury: “Los que no construyen deben destruir”.