martes, junio 02, 2009

Un paseo solitario, de Gul Y. Davies


Esta novela, editada por Periférica, obtuvo el Premio J. B. Priestley y nos cuenta la historia de un joven desequilibrado y su paso por una institución mental y lo que implica la enfermedad: intentos de suicidio, huidas del sanatorio, pensamientos fúnebres, un pasado lleno de abusos sexuales. El narrador es el propio enfermo, con lo cual cuesta meterse, al principio, en su mente retorcida; pero ese es, sin duda, el acierto del escritor y de su libro: cómo contarnos la locura desde dentro.
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Sudor. Había peleado con los enfermeros en el suelo para conseguir la taza de porcelana. Las llaves de tres enfermeros me doblaron. Luchando. Luchando para romper la taza, dejarles solamente mi cuerpo. En el ojo de mi mente vi otra taza rota, otro corte profundo, esta vez cortando en la diana, la yugular. Andy se había divertido, sus enfermeros estaban cansados, sudaban. Les dijo que me sujetaran, me bajó los pantalones, hundió el fluido que había entre el émbolo y la aguja afilada y tensa en mi culo infectado y lleno de hoyos.