Desde que tenía diez años,
todo el mundo —de buena
o mala manera— se
encargó de mantenerme informado
acerca de que
estoy loco.
A mi hermano,
pobrecito,
no se lo dijeron nunca.
Acabo de dejarlo
en el neuropsiquiátrico.
Néstor Barron, Ética del Soldado [extraído de su web]