por el presente documento
prescindo de forma voluntaria
de las vísceras, del cerebro, del corazón
de los músculos largos y perezosos
de los huesos largos y perezosos
prescindo también
de las ideas, los pensamientos
las palabras, los silencios
la mirada, los recuerdos
de la orina, el semen, los excrementos
las legañas, la saliva, los mocos
el pelo, el cabello, las uñas
de la sangre
de la voz, el olfato, el tacto
la vista, el oído
de las lágrimas
prescindo de todo lo que nace
o termina en mi cuerpo
de todo lo que tengo en mi interior
me quedo
con la piel
nada más
para seguir caminando por las calles
y parecer presente
cuando soy ausente.
Iñaki Echarte Vidarte, La hamaca de lona 23