Suele ser octubre el más negro de los meses
para el teatro de verdad.
El último telón incita al suicidio
, la muerte y la ruina de nuevo compañeras de viaje
-de la panadería al local de ensayoes
la deuda que hay que pagar
, fría e incansable,
para recibir más y más cumplidos
la próxima temporada.
Igual que el esclavo
es llamado a la insurrección
yo pertenezco a la tarima
y al borde amarillento de las carreteras.
David Refoyo, Cuando fuimos los mejores