Una buena noticia para quienes viven en Zamora o están allí este fin de semana: el estreno, mañana en el Teatro Principal, de la obra “El guía del Hermitage”, con un extraordinario Federico Luppi interpretando al protagonista. Pero no es algo que descubramos a estas alturas: Luppi siempre está muy bien en sus papeles. No le van a la zaga sus dos compañeros de reparto en la obra de Herbert Morote: Ana Labordeta y Manuel Callau. Dirige Jorge Eines. Recomiendo que vayan a verla, si pueden y les cuadra. Yo la vi en Madrid y escribí al respecto, de modo que no voy a repetir el artículo.
Otra buena noticia, de hace unos días: el próximo rodaje en tierras zamoranas de la nueva película de Daniel Monzón, titulada “Celda 211” y basada en la novela de Francisco Pérez Gandul. Monzón me parece un director interesante y proclive al riesgo, aunque me falta por ver su segundo largometraje, “El robo más grande jamás contado”. En “El corazón del guerrero”, su ópera prima, se atrevió a hacer algo que nunca se había hecho en España (o se había hecho mal y a lo barato, en producciones casposas con financiación hispano-italiana): una película de magia y espada, de fantasía y aventuras, del estilo a Conan, con la cual nos lo hizo pasar en grande en su momento. Creo que esa osadía no se la perdonaron muchos, y me refiero a quienes sólo quieren un cine español con historias ancladas en la guerra civil. Monzón dio un paso adelante. No vi su segunda obra, así que paso a la tercera: “La caja Kovak”, que no está nada mal, y que además contaba con un espléndido actor que, aunque jamás ha dejado de trabajar, está un poco desaprovechado: Timothy Hutton, en el papel de un escritor de ciencia ficción metido en intrigas varias. Y no debemos olvidar que Monzón contó con el veterano David Kelly, a quien hemos visto como uno de los abuelos de “Charlie y la fábrica de chocolate”. Kelly construyó en “La caja…” un villano memorable. “Celda 211” va a rodarse, principalmente, en la antigua cárcel de Zamora, que es una prisión legendaria por la cantidad de tipos famosos que estuvieron presos allí. Hoy está cerrada, pero de niño me daba miedo pasar cerca, cuando iba con la familia al campo o cruzaba por la carretera en bicicleta. Solía creer que por los alrededores merodeaban reclusos recién fugados, un miedo que nos inoculó el cine, pero también la prensa con sus historias de hombres que escapaban de aquella fortaleza. Parece que el único nombre confirmado para la película, a estas alturas, es el de Luis Tosar. Otro intérprete de lujo, capaz de romperte el corazón (“Flores de otro mundo”), de inspirar lástima (“Los lunes al sol”), de dar miedo (“Te doy mis ojos”, “Miami Vice”) o de provocar repulsión (“Casual Day”). Yo suelo recomendar uno de sus trabajos menos conocidos, “La vida que te espera”, junto a Marta Etura y Juan Diego.
Me alegra este asunto del rodaje en Zamora. Unas cuantas personas hemos mantenido siempre que la ciudad posee bastantes lugares dignos de figurar en series y en películas. Sobre todo si uno se dedica a buscar exteriores por el casco antiguo, la zona del Duero y sus puentes, etcétera. No sería mala idea rodar secuencias de suspense o de terror, ya fueran para el cine o para la televisión, en torno a las inmediaciones de La Catedral. Sobre todo si se ruedan en pleno invierno y en noche de lunes, con el paisaje emboscado en la niebla, en el silencio y en la soledad. Pero se ha rodado muy poco en la provincia. Si quieren saber los títulos, búsquenlos en esta herramienta indispensable: la web IMDb (The Internet Movie Database).