La condición esencial para escribir poesía es la voluntad de hacerlo; pero sólo se tiene esa voluntad cuando se está contra la pared, cuando la vida parece haber perdido todo su encanto y sólo resta podredumbre y carroñería. Sólo entonces el poeta advertirá que de su pluma escurren palabras verdaderas y no meros artilugios que sólo sirven para limpiarse el culo.
Eusebio Ruvalcaba, Una cerveza de nombre Derrota