Que estúpido hubiera sido ser feliz
hasta la vejez/ hasta que uno de los dos muriera
y el otro quedara viudo de esperanza.
Qué estúpido hubiera sido que lo nuestro
fuera eterno/ tanta longeva felicidad
tantas vacaciones juntos/ tantas noches
amándonos/ tantos domingos discutiendo
con tus padres/ tantas mañanas despertándome
junto a ti, sin resaca/ y fantasear desde el otro lado
qué hubiera sido de nosotros
si nos hubiéramos separado
si tus pies no hubieran ansiado otros caminos
y yo diría: seríamos amigos
y tú dirías que sí, y nos quedaríamos callados
esperando que alguno dijera algo
o que se terminaran los anuncios.
hasta la vejez/ hasta que uno de los dos muriera
y el otro quedara viudo de esperanza.
Qué estúpido hubiera sido que lo nuestro
fuera eterno/ tanta longeva felicidad
tantas vacaciones juntos/ tantas noches
amándonos/ tantos domingos discutiendo
con tus padres/ tantas mañanas despertándome
junto a ti, sin resaca/ y fantasear desde el otro lado
qué hubiera sido de nosotros
si nos hubiéramos separado
si tus pies no hubieran ansiado otros caminos
y yo diría: seríamos amigos
y tú dirías que sí, y nos quedaríamos callados
esperando que alguno dijera algo
o que se terminaran los anuncios.
David Franco Monthiel, Renta básica de olvido