Ayer hablábamos de las instalaciones del Hospital Provincial de Zamora. No había más espacio para proseguir con el artículo, así que entiéndase éste como una especie de continuación o complemento a aquel. Me quejaba de cuando yo estuve allí ingresado, en un par de ocasiones, y del único lavabo disponible para hombres que había en aquella planta. Y de cómo compartes habitación con varios pacientes. Y, así y todo, podemos darnos con un canto en los dientes por vivir en España y gozar de la Seguridad Social. No es perfecta, obviamente. Tiene un montón de defectos, como las listas de espera. Pero es mejor que nada. Es mejor que elegir entre uno de tus dedos porque no puedes pagarte la operación completa mediante la que te coserían los miembros que te cortaste en un accidente laboral. Esto es lo que le ocurre a uno de los hombres entrevistados en el último documental del polémico Michael Moore, “Sicko”, que indaga en el sistema sanitario de Estados Unidos. El hombre estaba trabajando y perdió los dos dedos centrales de su mano. Fue al médico. No tenía seguro propio. Así que cada pieza, cada dedo, costaba un pastón. Como no tenía dinero para costearse los dos, el médico le dijo que eligiese uno de ellos. Le faltaban el dedo medio y el anular. El dedo medio es más importante, tiene más utilidad, más funciones, sobre todo si sales con una mujer. Pero era más caro que el anular. De modo que el hombre escogió el anular y ese es el que le cosieron. El que regresó de vuelta a su mano.
Algunas películas (y documentales, en el caso que nos ocupa) se estrenan a la vez que en Estados Unidos. Otras, lo hacen antes. Es decir, se estrenan en España o en Francia antes que en América: pero esto son excepciones. Otras tantas tardan años en llegar. Por ejemplo, la australiana “Wolf Creek”, una estupenda película sobre un asesino en serie con trazas de Cocodrilo Dundee paleto, ha tardado dos años en estrenarse. En esos casos, cuando uno no sabe si estrenarán cierto título, procura hacerse por ahí con una copia de la película o el documental en cuestión. No nos engañemos. “Por ahí” suele significar en las redes de intercambio de archivos P2P. O en el top manta. O recurriendo a alguien que te presta una copia. Como no encontré fecha de estreno del documental de Moore en España, ya lo he visto.
Michael Moore tiene ya más detractores que admiradores, sobre todo detractores resentidos, de derechas. Dicen que es un manipulador, y tampoco lo vamos a negar. Lo suyo es el género documental, pero no es un documental puro. Aún así, lo que cuenta en estos documentales no es un engaño. Moore suele entrevistarse con personas que le cuentan casos reales. En “Sicko” se pregunta por qué en Estados Unidos carecen de una Seguridad Social. Se pregunta por qué si uno enferma, y no tiene un carísimo seguro personal que le resuelva la papeleta, y si no tiene fondos para pagarse las operaciones y las medicinas y la asistencia médica, por qué debe resignarse a ir al hoyo. En “Sicko” aparecen varias de las paradojas que han hecho de EE.UU. lo que es. Por ejemplo: en una escena nos muestra los homenajes y las medallas que se ganaron los voluntarios de los rescates del 11-S. Pero esos mismos voluntarios, años después, padecen múltiples enfermedades y no tienen dinero para tratamientos. Están desatendidos y olvidados. Moore viaja a Canadá, Inglaterra, Francia y Cuba para demostrar las diferencias entre su servicio médico y el de EE.UU., donde para sacarte un seguro debes demostrar, además, que no tienes ninguna enfermedad o dolencia, que estás sano como una manzana. Así que, pese a todo, bendita sea nuestra Seguridad Social.