Durante años he estado buscando esta novela. Siempre encontraba ediciones de segunda mano en las librerías de viejo y en las ferias del libro antiguo y de ocasión. Esos ejemplares siempre estaban manoseados, con las esquinas rotas y arrugadas, con anotaciones en algunas páginas. Hace un par de meses DeBolsillo tuvo la gran idea de resucitar este título. A pesar de la horrible portada (no es la que figura aquí: este es uno de los carteles de la adaptación), lo compré.
Me gustaba demasiado la película de Roman Polanski, y antes de esa búsqueda creí que el libro de Ira Levin no respondería a mis expectativas. Algunos elogios de Montero Glez y de José Carlos Somoza a la novela me convencieron. Y, en efecto, el tratamiento sutil de la narración, pese a su factura de best-seller, lo coloca a la altura. La explicación es sencilla: Levin va introduciendo leves pinceladas que sugieren la trama e inquietan al lector. En apariencia no sucede mucho a medida que leemos, pero en el fondo ocurren graves cosas con esos vecinos curiosos y a veces hasta impertinentes. Me recuerda un poco a 1408, ese terrorífico cuento de Stephen King sobre una habitación de hotel que arrastra un pasado de crímenes espeluznantes (está incluido en Todo es eventual).
El "ingenio" de los traductores de antaño obliga a que, aún no conociendo ni el libro ni el filme, uno sepa de qué va. Recordemos que el título original era Rosemary's Baby.