viernes, junio 27, 2025
León, de Sonya Walger
Este libro me ha parecido alucinante. Al parecer la autora, que también es actriz, salía en Perdidos, pero no la conocía porque no he visto la serie. Aquí cuenta la historia real de su padre, Leónidas Walger, un argentino que casi nunca estaba en casa... de tal manera que ella aprendió a vivir con su ausencia y echándole siempre de menos.
Sonya Walger, en vez de empezar con el tema del patriarcado y la masculinidad tóxica, cambia las reglas: nos habla de lo mucho que siempre le echó de menos y cómo lo admiraba pese a sus errores. Está escrito en un estilo de frases cortas, rompedoras, muy americanas. Con numerosos capítulos cortos y una prosa que mezcla dolor, júbilo, sabiduría, emociones y nostalgia por aquel hombre al mismo tiempo admirable y censurable (un personaje digno de novela, a quien le gustaban las drogas, el paracaidismo, las carreras, la vida al filo de la navaja...).
[Muñeca Infinita. Traducción de Esther Cruz Santaella]
viernes, junio 20, 2025
miércoles, junio 11, 2025
Segunda firma en la Feria del Libro de Madrid: 15 de junio
Que, en realidad, será la primera de este año porque en la fecha anterior (9 de junio) cerraron las casetas una hora antes del horario señalado.
Diálogos sobre la fe, de Martin Scorsese y Antonio Spadaro
Mi proyecto de fin de carrera giró en torno a las obsesiones de Martin Scorsese en su cine. Desde entonces procuro no perderme los libros que haya escrito él ni aquellos en los que le entrevisten. Éste acaba de salir y no penséis que, por su título, sólo habla de religión (aunque sea el eje central porque parte de su película Silencio). El teólogo italiano Antonio Spadaro se entrevistó con Scorsese a lo largo de los años. Esas charlas se recogen ahora en un libro breve en el que el director habla de las calles de su juventud, de sus películas, de algunas lecturas que fueron importantes para él, del covid y la ansiedad que sufrió en los primeros días... Y concluye con un esbozo de guión en torno a la película que hubiera querido hacer sobre Jesucristo (nada que ver con la que, en teoría, rodará pronto y se basa en un libro de Shûsaku Endô). Unos fragmentos:
No lo sé, pero, ahora mismo, la violencia está ahí. Es algo a lo que nos entregamos. Es importante mostrar eso para que nadie cometa el error de pensar que la violencia la hacen otros, que es una cosa de las “personas violentas” y que “yo jamás podría hacer algo así, qué va”. Pero lo cierto es que sí, podrías. No se puede negar. De ahí que haya personas que se asombran de su propia violencia o incluso que se excitan con ella. Es una auténtica forma de expresión (en circunstancias desesperadas) y, desde luego, no tiene gracia. Hay quienes dicen que Uno de los nuestros es una película graciosa. Las personas son graciosas; la violencia, no. Mucha gente no comprende la violencia porque viene de culturas o, mejor dicho, de subculturas que están muy alejadas de ella. Pero yo me crie en un lugar donde formaba parte de la vida y donde la tuve muy cerca.
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En el cine, cuando montas una imagen junto a otra, haces que en la mente se forme una tercera completamente diferente: una sensación, una impresión, una idea. Por eso, pienso que el entorno que creas es una cosa (y eso depende de la fotografía), pero la unión y la sucesión de imágenes es lo que te atrapa de la película y lo que te interpela. Esto último es cosa del montaje, y es la acción de la propia creación cinematográfica.
[Espasa. Traducciones de Juan Vicente Boo y Albino Santos Mosquera]
Marimonda, de Mario Escobar Velásquez
Estamos ante un clásico rescatado, una novela del colombiano Mario Escobar Velásquez (1928 - 2007) cuya prosa es una auténtica virguería. Os puede recordar un poco a Juan José Saer, incluso en algunos juegos de palabras a Tirano Banderas. Cuenta la historia de un mono que se escapa de su cautiverio y aprende a desenvolverse mejor en la jungla porque ha aprendido algunos trucos observando a los hombres. A unos metros, el avance de la civilización, que se llevará la naturaleza por delante y acorralará a los marimondas. Hay un marcado contraste entre esos animales que tratan de sobrevivir en libertad y esos hombres que les van comiendo terreno. Puede que un lector alce la ceja al saber que es la historia de unos monos araña, pero lo importante es cómo lo cuenta Escobar: la prosa que utiliza, los giros, esa espesura en el lenguaje que a veces se parece a la frondosidad de la jungla. Una rareza magnífica.
[Muñeca Infinita]